I.
Datos del Texto
Título:
¿Por qué los niños
deben aprender música?
Autor:
María Victoria Casas
Año:
2001
Editorial:
Corporación Editora Médica del Valle, Colombia Med 2001; 32: 197 –
204. En Sitio web
https://tspace.library.utoronto.ca/bitstream/1807/8987/1/rc01038.pdf
Ciudad/País:
Cali, Colombia
II.
Resumen
En
el presente artículo, Casas muestra que numerosos estudios han
comprobado que el aprendizaje de la música, desde temprana edad,
contribuye al desarrollo de otras áreas del desarrollo del ser
humano como: aprendizaje de la lectura, lengua (materna y
extranjeras), matemáticas, autoestima, psicomotricidad, amplia la
imaginación, promueve un pensamiento flexible, rendimiento académico
en general, entre otros. Tal como la autora señala
“Los
distintos aprendizajes y la forma de acceder al conocimiento, así
como los planos cognitivos, afectivos y psicomotor pueden verse
favorecidos al iniciarse de manera temprana en el aprendizaje de la
música”1.
Por
su parte, Howard Gardner en su teoría de las inteligencias
múltiples, explica que la instrucción musical desde temprana edad
contribuye al desarrollo de otras áreas del ser humano, debido a que
la música estructura la forma de pensar y trabajar.
La
inteligencia musical desarrollada por la música es una facultad del
hombre y además se relaciona con su cultura2.
La
habilidad musical se encuentra localizada en el hemisferio derecho
del cerebro, sin embargo, la práctica sistemática de la música
lleva a una integración con el hemisferio izquierdo (dominante)
donde se encuentra las capacidades lingüísticas y lógico-
matemáticas, las cuales por consiguiente se ven beneficiadas3.
Una
persona que esté familiarizado con la música puede realizar las
siguientes actividades: componer (crear), interpretar (re-crear) y
escuchar. Para su realización se necesitan el componente afectivo,
componente sensorial y plano formal (elementos formales de la
música).
A
través de la música se trabaja el sentido del ritmo, el cual es
esencial en el desarrollo físico y sicomotor los pequeños (postura,
equilibrio, motricidad fina y gruesa, coordinación ocular, vocal,
visomotora, oculopédica y coordinación ojo- mano). Se entiende por
ritmo como aquel pulso vital que está presente en todas las
actividades que realizamos.
Junto
a lo anterior, la música desarrolla el oído, que no solo sirve para
la música, sino que también para el desarrollo intelectual como
puede ser la conciencia fonológica. Suzuki señala que “Un niño
que oye mucho y bien, que sabe escuchar y discriminar entre distintos
sonidos y tonos, capta mejor los mensajes en la escuela, aprende con
más facilidad y llegará a dominar su idioma antes que los niños no
educados musicalmente”4.
A
lo largo del texto, Casas muestra que no es necesario poseer grandes
dotes para iniciarse en la música, todos los niños, salvo casos
especiales, pueden aprenderla y disfrutarla. Para convertirse en
músico solo hace falta mucha práctica, apoyo familiar, estar en
contacto con la música desde pequeño, experimentar emoción con la
música y haber tenido un profesor que les mostrara la música como
algo divertido.
III.
Breve comentario personal
Luego
de la lectura de este capítulo, se puede afirmar que recibimos
grandes aportes en cuanto al valor de la música en la educación y
formación de todo individuo, lo que se traduce en un aporte en
nuestra formación como docentes.
En
primer lugar, se tomó conciencia de la importancia del estudio de la
música desde temprana edad, ya que estimula ciertas competencias
como la disciplina, metodología, conciencia del espacio y tiempo,
autoestima, escucha, concentración y habilidades sociales entre
otras. Todas estas destrezas desarrolladas por la música son
aplicables y transferibles a otras áreas del conocimiento y
desarrollo del ser humano; a modo de ejemplo, la capacidad de
escucha contribuye al desarrollo de la conciencia fonológica, siendo
ésta fundamental cuando los niños y niñas se inician en la
lecto-escritura. A raíz de lo anterior, se puede ver que por medio
de la música, se pueden estimular habilidades y capacidades
transversales a todos los aspectos de la vida del ser humano de forma
lúdica y dinámica, lo cual implica otra mirada sobre este arte y lo
llena de sentido dentro del proceso de enseñanza y aprendizaje.
Junto
a lo anterior, una gran contribución a nuestra formación consistió
en ver la música como una disciplina distinta, donde no solo se
deben dominar conceptos teóricos- formales; sino que también
aspectos afectivos que van más allá de la disciplina en sí, y me
permiten conocer en profundidad al hombre y su cultura. Tal como lo
afirma Casas “la música es parte de nuestra vida cotidiana y se
encuentra presente en todas las actividades de la cultura del hombre
(…) acercarse al maravilloso mundo de la música es acercarse de
manera más profunda al género humano”5.
IV.
Recursos anexos apropiados al texto
1.
Efecto Mozart
Concierto
violín #4 Re Mayor. Para estimular la concentración.
2.
Efecto Mozart
Música
para escuchar durante el embarazo; estimulación temprana
para
dormir y relajar al bebe.
http://www.youtube.com/watch?v=OpNcmWtY33U
Paula
Ossa
Victoria
Varas
19/03/2012
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